La instrumentación de este eje considera la función rectora del Consejo Nacional de Seguridad Pública, cuyas facultades jurídicas, políticas y presupuestales involucran a los tres órdenes de gobierno en el marco del Sistema Nacional de Seguridad Pública, para operar los siguientes rubros:
- Coordinación Operativa
- Interconexión e ineroperatividad de sistemas de información
- Evaluación y control de confianza y depuración de corporaciones policiales
- Formación y profesionalización
- Indicadores de medición
Integrar los esfuerzos de las diferentes corporaciones de policías federales, iniciando este proceso de suma de atribuciones, capacidades operativas con la coordinación en un mando único de la Policía Federal Preventiva (PFP), la Agencia Federal de Investigación (AFI), los agentes migratorios (INM) y la Central de Inspección Fiscal y Aduanera (CIFA). El nuevo modelo de actuación policial se basa en:
- Una policía formada y especializada sobre la base de un modelo homologado, que considere estándares internacionales como premisa para implementar el nuevo modelo.
- La participación activa de la sociedad como método de prevención para el combate al delito.
Este esquema suma especialidades de investigación y análisis táctico de la AFI; el despliegue territorial y la capacidad de reacción de la PFP; el control de puntos migratorios y de internación del INM, así como las facultades de inspección de la CIFA. Estos atributos otorgan a la policía unificada eficacia en el combate al delito. El mando único de la Policía Federal eliminará la duplicidad de las funciones, tanto para atender los distintos tipos de delitos como para la cobertura geográfica en el despliegue de policía.
Esta política pública orientada a la coordinación de las diferentes corporaciones, tiene su expresión legal en el Reglamento Interior de la Secretaría de Seguridad Pública que otorgan al titular la facultad de establecer una instancia de coordinación de la Policía Federal. La estrategia también comprende la alineación de atribuciones funcionales desde el orden federal para coordinar con las entidades federativas la atención del sistema penitenciario, con especial énfasis en la ejecución de sentencias y seguimiento de reos.
Operación
Este eje prevé un esquema proactivo y permanente que se divide en dos rubros:
- La recuperación territorial de los espacios públicos para la comunidad y el reestablecimiento de las condiciones mínimas de seguridad
- El combate a la estructura criminal con el acotamiento de su logística operativa y la desarticulación de las organizaciones delictivas
Ambos sobre la base de las siguientes premisas:
- En el esquema territorial, selección de ciudades con alta incidencia delictiva en las que se focalizará la concentración estratégica de fuerza, para maximizar los resultados y generar zonas seguras que permitan extender esas condiciones a poblaciones aledañas
- Dentro de este rubro se plantea el control de las principales vías de comunicación en áreas de alta incidencia delictiva, a través de puntos móviles de revisión que detecten la logística criminal
- Respecto al combate estructural, se contempla privilegiar la atención a los estados que albergan el soporte operativo de las principales organizaciones criminales
- Para ello se considera una significativa asignación de recursos humanos y técnicos para la generación de inteligencia operativa y la instrumentación sistemática y permanente de acciones de combate al delito